TELEPHONE SUICIDES

SUICIDIOS TELEFONICOS

con dirección de Sandra GUGLIOTTA

OJOBLINDADO SRL - como PROD

Documental - Production 2017

SUICIDIOS TELEFÓNICOS muestra cómo TELECOM y TELÉFONICA en Argentina emplearon políticas de terror psicológico con el objetivo de disminuir el número de trabajadores.
Traslados compulsivos a cientos de kilómetros de su familia, cambios imprevistos de tareas, o encierros en una oficina vacía donde debían permanecer 8 horas sin hacer nada, son algunos de los métodos diseñados por la gente de Recursos Humanos para inducir a los empleados a renunciar, esta técnica fue conocida como Mobbing (acoso laboral), de esta manera se iniciaba en los 90 la reconversión de la empresa pública en manos privadas.
Diez años después, ya entrados en el siglo XXI, la misma operatoria se repite en Francia, esta vez las secuelas cobra un tono de tragedia, ya que en menos de un año, 25 personas que trabajaban para FRANCE TELECOM, se suicidan.

    • Año de producción
    • 2017
    • Géneros
    • Documental
    • Paises
    • ARGENTINA
    • Idiomas
    • ESPAÑOL
    • Presupuesto
    • 0.3 - 0.6 M$
    • Duración
    • 90 mn
    • Directores
    • Sandra GUGLIOTTA
    • Sinopsis
    • Francia, año 2000, veinticinco empleados de Orange/ France Telecom se suicidan al tiempo que veintidós mil son despedidos en una suerte de “reestructuración global”, como justifica en su relato Delphine Ernotte, la directora de la empresa.
      Diez años antes y con el auge de las privatizaciones, Argentina aparece en el mapa como un País Laboratorio: un terreno fértil para experimentar los métodos de coacción que luego las corporaciones llevarán a sus países de origen.

      El pasaje de la “ineficiencia estatal” a la “eficiencia privada” fue sumamente doloroso y se cobró vidas. Los empleados de la antigua Entel (asi se llamaba la empresa pública de telefonía argentina) fueron acusados de vagos, inservibles e incapaces de adaptarse al nuevo modelo empresarial. Había que disminuir una planta de cuarenta mil empleados y transformarla en una empresa dinámica y productiva.
      Las tácticas que se emplearon para esa reconversión fueron sumamente crueles y se utilizaron a ambos lados del Continente: cambio del lugar de trabajo a lugares remotos del país, hacer sentir inservible al personal que no se adaptaba a los cambios, supresión absoluta de tareas.

      Los más vulnerables son los primeros en caer.

      El grupo “rebelde” - los que se niegan a este cambio abrupto y no renuncian - es trasladado a la calle Forest 1200, una oficina vacía que Telecom habilita para estos casos. Allí, ocho horas por día, los empleados se ven obligados a mirarse unos a otros sin tener tarea alguna que realizar. Nadie soporta la presión más de dos o tres meses. A excepción de una mujer, que pasa un año entero en esa oficina, y, tras una crisis depresiva intenta matarse con un disparo en la cabeza.

      Otras de las maniobras, es someter a los empleados a reuniones con profesionales de la tortura psicológica: la gente de Recursos Humanos que buscaba a toda costa quebrar moralmente a los empleados. En estos encuentros, se les hace saber a las víctimas que los cambios tecnológicos avanzan a pasos gigantescos, y que ellos no están preparados para acomodarse al progreso, que están viejos, que lo mejor que pueden hacer es renunciar.

      Pero algunos no aceptan el retiro y soportan todas las presiones. Néstor Quinteros aún trabaja en la empresa después de haber sufrido una hemiplejia y trastornos cardíacos . El es quien inició una demanda que da pie a una nutrido proceso judicial .

      Todo este proceso no hubiera sido posible sin la colaboración del movimiento sindical escindido cuya cúpula no solo apoyó los planes de la empresa sino que se llevó comisiones por cada trabajador "retirado voluntariamente". Los primeros en ser invitados a retirarse fueron aquellos trabajadores que militaban en las bases los delegados sindicales que podían oponer resistencia.

      Tanto en Francia como en Argentina, algunos de los empleados que atraviesan esta experiencia terminan con severos trastornos psicológicos, otros sufren infartos, o, sobrepasados por la presión y la angustia intentan suicidarse. Todo un sistema de hostigamiento psicológico perfectamente diseñado que empleaba métodos muy similares a los utilizados en la tortura. No por casualidad el primer caso de Mobbing en Argentina se registra durante la dictadura de los años 70.


      Aunque la modernidad nos ha desprovisto en ciertas áreas del uso de la violencia física, las empresas multinacionales han legitimado el acoso psicológico, lo que finalmente resulta aún más brutal.
      Las compañías telefónicas en su afán de lograr tasas de rentabilidad en algunos casos exorbitantes utilizaron una política de ajuste tanto en Argentina como en Francia y causaron una tragedia que aunque silenciosa, encuentra secuelas en el presente difíciles de superar.