2:22

con dirección de Phillip GUZMAN

MOONSTONE ENTERTAINMENT - como SALES All rights, World

Drama - Completed 2008

El atraco perfecto: el plan era simple, pero los sucesos posteriores no lo fueron.

    • Año de producción
    • 2008
    • Géneros
    • Drama
    • Paises
    • ESTADOS UNIDOS
    • Idiomas
    • INGLÉS
    • Duración
    • 104 mn
    • Directores
    • Phillip GUZMAN
    • Guionista(s)
    • Mick ROSSI, Phillip GUZMAN
    • EIDR
    • 10.5240/4C71-FA3A-FB86-9666-E774-C
    • Productores
    • Lenny BITONDO
    • Sinopsis
    • El plan era simple, pero no el trabajo que debían hacer. Cuando un grupo unido de cuatro ladrones decide tomar un hotel boutique al final del invierno, las cosas salen terriblemente mal. Unos invitados inesperados que llegan al hotel sin darse cuenta forman parte de este enredo. Las vidas inusuales y las elecciones difíciles se enfrentan y cambian los planes a un punto sin retorno. La lealtad, el amor, la amistad y el honor se llevan al extremo en esta película de suspenso de crimen de tipo gráfico. Inspirada en una historia real, 2:22 toma el estilo del clásico de la cinematografía francesa Riffi junto con la narración de Tarde de Perros. Gully Mercer (Mick Rossi), un criminal de toda la vida, está sentado solo en la barra del exclusivo hotel boutique The Grange, mientras espera pacientemente confrontar a su esposa adúltera y a su amante y, al mismo tiempo, observa al hotel para el próximo atraco de su grupo. Diez meses más tarde, Gully ha dejado a su esposa, ha dejado la bebida y ha ingeniado un plan simple para tomar The Grange: ingresar a las 2:22 a.m. de la víspera de Año Nuevo, maniatar al personal nocturno y robar el contenido de las cajas de seguridad. Gully utiliza su grupo habitual: Willy (Robert Miano), un ladrón de la vieja escuela que pasó mucho tiempo con el padre de Gully; Finn (Aaron Gallagher), una persona irresponsable y Gael (Jorge A. Jimenez), un criminal joven y ambicioso. El atraco comienza sin problemas, hasta que los huéspedes del hotel empiezan a llamar a la recepción para solicitar servicio a la habitación, para quejarse por ruidos molestos y para exigir que la gerencia del hotel tome medidas. Gully y sus hombres hacen lo que pueden para satisfacer a todos, pero cuando las cosas parecen salirse de control, Gully ordena a sus hombres que ate a los huéspedes molestos y que los traiga a la cocina. Uno de los huéspedes, Curtis (Peter Dobson), un narcotraficante local despiadado que vende cocaína en el ambiente nocturno, no demuestra temor y los amenaza con una atroz venganza hacia el grupo si no lo liberan de inmediato. Las amenazas de Curtis no intimidan a Gully y ordena a Finn que lo vigile de cerca.
      A medida que el grupo continúa trabajando con las cajas de seguridad, aparecen dos matones buscando a Curtis y a los US$ 40.000 que éste les debe. Gully, vestido de empleado nocturno, los recibe en la puerta principal y no les permite el ingreso al hotel. Un policía que pasa por allí observa la pelea y decide ir a verificar la situación. La tensión aumenta, pero en última instancia, los matones y Gully saben que es mejor “disimular” frente a la ley. Los matones, que sospechan de la forma de proceder de Gully, deciden volver a su auto y observar el hotel desde lejos. Sin ganas de forzar más su suerte, Gully ordena a su grupo: “Dejen todo. Nos vamos ahora”. Fuera del hotel, hay poca visibilidad debido a una ventisca de nieve. Suena un disparo y hieren a Gael en el hombro. Se genera un momento de pánico, un momento de calma y, a continuación, se desata el infierno. Comienzan los tiros nuevamente. Gully y Finn asesinan a los dos matones. Cuando el auto en el que escapan se desvanece en la noche, aparecen los policías en la escena del crimen. El Detective Swain (Gabriel Byrne), veterano de la división homicidios, está a cargo de la investigación. El grupo se escapa con éxito y vuelve a lo que ellos consideran sus vidas habituales. Gully le ordena al grupo que mantenga un perfil bajo hasta que todo se calme. Se enreda con su aliado de mucho tiempo, el joyero excéntrico Maz (Val Kilmer), que recicla joyas robadas. Es un buen trabajo y Gully cobra bien. El grupo se encuentra en su bar de nudistas favorito para celebrar su victoria. El champagne fluye libremente y las mujeres se acercan con facilidad. Sin embargo, Gully no sabe que su grupo cometió dos errores durante su atraco que pronto los delatará. El primer error se revela al día siguiente, cuando Finn visita a Yogi, un vil narcotraficante. Finn vende a Yogi la cocaína que había robado de la habitación de hotel de Curtis, ignorando que Curtis trabaja para Yogi. Aparece Curtis y atrapa a Finn in fraganti. Curtis golpea a Finn sin cesar y finalmente lo obliga a delatar al resto de grupo. Curtis quiere sus 40 mil de vuelta y comienza a rastrear al grupo, de a uno por vez, para conseguirlos. Primero, encuentra a Willy en su departamento y lo golpea salvajemente. Gully, preocupado por no poder comunicarse con Willy, llega a su departamento y lo encuentra muriéndose. Con su último aliento, Willy consigue decir a Gully que Curtis lo había golpeado. Willy era para Gully lo que más se asemejaba a un padre. Lleno de ira y de dolor, Gully comienza a beber nuevamente. Jura vengarse de Curtis.
      Rápidamente se corre la voz en las calles; se requiere información sobre el paradero de Curtis. En búsqueda de dinero extra durante un robo en la calle, Gael y Gully encuentran a Gigi, la nerviosa novia de Curtis, quien malgastaba su tiempo en un club de fiestas rave que abre las 24 horas. Gully la arrastra hasta el baño y la presiona para que le diga el lugar en dónde estaba Curtis. “¿Dónde está?” Gigi está nerviosa y no puede cooperar. Gully coloca un manojo de billetes arrugados en su mano y le pregunta nuevamente: “¿Dónde está?” En ese momento, murmura algo incoherente e insinúa que podría estar en The Silver Dollar Bar. Rápidamente, Gully y Gael dejan la fiesta rave. Más tarde esa noche, Gully y Gael ingresan a The Silver Dollar Bar.Curtis está en la barra con una mujer y su custodio está cerca de él. Gully se le acerca con el arma en alto. Dispara la primera bala al custodio de Curtis y la segunda bala a Curtis, de manera fría y metódica. Hiere a Curtis en el cuello. Trata de escapar, pero es demasiado tarde: tiene una herida mortal y muere afuera, en la nieve, como un animal. El segundo error del grupo se revela al día siguiente, cuando Roxy, la novia de Gael de hace tiempo, va de compras al almacén local. De casualidad, el detective Swain también está en el negocio. Ve que Roxy lleva puesto un gran anillo de diamantes que no es de su medida. Sin que Gully lo supiera, Gael había robado este anillo durante el atraco y se lo había regalado a Roxy como prueba de su amor. El instinto de Swain le dice que algo no anda bien. Roxy se pone nerviosa cuando Swain se acerca a ella en la fila de la caja. Al darse cuenta del grave error de Gael, Swain junta las piezas del rompecabezas y lo arresta. Al mismo tiempo, observamos a Gully sentado solo en la quietud de su hogar. El silencio se quiebra con un fuerte golpe de la puerta principal. Tiene un arma en su mano. Ahora que no tiene a sus amigos ni a su grupo, planea su próxima jugada. El golpe de la puerta se vuelve ensordecedor. La cámara se acerca a los ojos de Gully... ¿Cuál será su próxima jugada? Antes de saberlo, la pantalla abruptamente se pone negra...