NOS VEMOS PAPA

NOS VEMOS, PAPÁ

con dirección de Lucia CARRERAS

BOGEYDOM LICENSING - como SALES All rights, World

Desconocido - Completed 2011


Festivales
& Premios

San Sebastian FF 2013
Co-production Forum - Director's Previous Works
    • Año de producción
    • 2011
    • Géneros
    • Desconocido
    • Paises
    • MÉXICO
    • Idiomas
    • ESPAÑOL
    • Presupuesto
    • 1 - 3 M$
    • Duración
    • 89 mn
    • Directores
    • Lucia CARRERAS
    • Guionista(s)
    • Lucia CARRERAS
    • Productores
    • Edher CAMPOS (Machete Producciones), Luis SALINAS (Machete Producciones)
    • Sinopsis
    • Es 1979, la madre de Pilar acaba de morir. Su padre, Juan Guillén, está sumido en
      una terrible depresión y ella, con apenas diez años, quiere estar con él y hacerlo sentir
      mejor, ofreciéndose ingenuamente a sustituir a su madre.
      Los años pasan, es la época actual; Pilar tiene 37 años y vive en la misma casa de su
      infancia, volcada en el cuidado de su padre del que ha hecho el centro de su existencia. A
      lo largo del tiempo, entre Pilar y Juan Guillén se ha construido una relación muy estrecha.
      Una tarde como cualquier otra, Pilar vuelve del trabajo para encontrarse con el terrible
      escenario de su padre muerto. Tras el funeral, ella pasa los días siguientes deambulando
      por la casa como alma en pena, buscando en cada rincón de ésta recuerdos
      de Juan Guillén pues siente que la vida sin su padre no tiene sentido.
      Al ver el estado de suma depresión en el que se encuentra, su hermano José, quien
      hizo su vida y formó una familia, considera que Pilar tiene que vender la casa para
      alejarse de los recuerdos, mitigar su dolor y salir adelante. Sin embargo, esta idea es
      inconcebible para ella y se niega rotundamente a llevarla a cabo, haciendo desistir a
      José, por el momento, de su intento.
      Una vez ganada esta pequeña batalla, Pilar se apropia del espacio que compartió
      con su padre y, resguardada por la soledad que le procuran las paredes del viejo inmueble,
      empieza a dar rienda suelta a su imaginación.
      Su dolor se ha transformado en obsesión y guiada por ésta, empieza a recrear encuentros
      ficticios con su papá, los cuales poco a poco van aumentando de frecuencia
      y se van ajustando a sus deseos. Lo que a simple vista pareciera locura, para ella es
      una maravillosa realidad: Juan Guillén ha regresado a su vida como el hombre romántico
      que desde pequeña guardó para sí en su inconsciente.
      En un principio, José y el resto de la familia no se dan cuenta de lo que realmente
      está sucediendo dentro de la casa, se sienten tranquilos de ver a Pilar aparentemente
      recuperada. Pero luego de una visita a la casa paterna José se percata de que algo
      no está bien con Pilar y vuelve a insistir en la venta de la casa.
      Pilar, aterrada por la decisión que ha tomado Juan, encuentra en el encierro la forma
      de defender el fantástico mundo que ha construido tras la muerte de Juan Guillén.
      José, preocupado por Pilar, resuelve visitarla una noche. Cuando llega a la casa de
      su hermana, se encuentra con que todas las entradas han sido clausuradas y alarmado
      por una fuerte música que se escucha desde el interior del lugar, rompe una
      ventana para introducirse en él. Adentro, se dirige al cuarto de Pilar a quien descubre
      en la cama actuando como si estuviera haciendo el amor con alguien.
      Sin entender bien a bien lo que pasa y turbado por la visión, José se acerca a Pilar
      y la arrebata del lecho, ella se resiste, ambos forcejean hasta que él logra someterla
      mientras ella rompe en un dramático llanto.
      José, confundido, la lleva a su casa y la aísla en el cuarto de invitados sin saber qué
      hacer con ella. A pesar del buen trato que le brinda su familia, Pilar no encuentra consuelo
      en este, en apariencia, pacífico hogar y al tiempo que se encierra en sí misma,
      busca la manera de regresar a “vivir” con su padre, Juan Guillén.
      Las semanas transcurren y aunque Pilar gradualmente ha simulado estar mejor para
      lograr que su hermano le permita volver a su vivienda y evitar la venta de su hogar,
      sus esfuerzos no han surtido el efecto esperado pues José, alertado por su esposa
      acerca de los extraños comportamientos de Pilar, se ha convencido de la pertinencia
      de llevar a cabo esta acción.
      Cuando él va a la casa de su papá a recoger unos papeles que necesita para realizar
      la venta, descubre sin querer algunas fotos y papeles que lo hacen darse cuenta de
      que lo que vio aquella noche y el actual estado Pilar no surgieron a partir de la muerte
      del padre y ésta sólo sirvió para sacar a flote las emociones, sentimientos y deseos
      ocultos que se fueron gestando dentro de su hermana desde la infancia.
      Tras esa revelación, José regresa a su domicilio, la confronta y le exige que haga
      su maleta. Desconcertada, Pilar obedece y ambos abandonan con premura la casa
      a bordo de una camioneta. En el camino, para sorpresa de Pilar, José le regresa
      las llaves del hogar paterno, él ha asumido que no quiere hacer nada ante esa situación,
      y si ella es feliz así, la dejará en libertad para haga su vida como lo desee.
      Cuando Pilar entra de nueva cuenta a su casa, parece que lo hace como si fuera
      la primera vez: emocionada, camina con paso lento, sus ojos brillan maravillados
      al ver los detalles del lugar. Cuando llega al pie de la escalera sonríe ilusionada:
      Juan Guillén la ha esperado todo este tiempo.